Preoperatorio
En la primera visita se realiza una historia clínica completa, y una exploración física donde se valora la morfología facial del paciente y de la nariz en particular. Se valora la presencia de giba dorsal, ancho de la nariz, desviaciones del dorso, tipo de punta, proyección, asimetrías, insuficiencia respiratoria asociada, desviaciones del tabique nasal, etc.
La visita se completa con una serie de fotografías estandarizadas.
Antes de la intervención se realizan unas pruebas preoperatorias generales (analítica general y electrocardiograma).
Intervención quirúrgica
La técnica quirúrgica se debe individualizar al problema de cada paciente en función de las zonas a tratar.
Existen fundamentalmente dos tipos de abordaje quirúrgico:
Rinoplastia cerrada: Acceso sin cicatrices externas. Las incisiones se realizan por dentro de los orificios nasales (narinas). Permite un tratamiento más limitado de la punta nasal.
Rinoplastia abierta: Acceso con una pequeña cicatriz en la columela. Permite una visión más directa de todo el esqueleto nasal y facilita el tratamiento de la punta.
El cirujano informará al paciente sobre los puntos más importantes de la intervención como la resección y/o raspado del dorso, tratamiento de los alares, osteotomías, etc. En algunos casos con insuficiencia respiratoria nasal por desviación del septo se asocia el tratamiento de éste en la misma intervención (Rinoseptoplastia).
Al finalizar, se colocan unos taponamientos nasales anteriores y una férula externa de material plástico.
La intervención se realiza bajo anestesia general, y tiene una duración de dos horas y media aproximadamente.
Se trata de una intervención con ingreso hospitalario de 24 horas.
Postoperatorio
Las recomendaciones específicas al alta son realizar reposo relativo y dormir con el cabezal elevado.
Inicialmente puede existir cierta inflamación en la zona intervenida y algunos hematomas superficiales, pero el dolor se controla con una pauta de tratamiento analgésico y antiinflamatorio.
Los taponamientos se retiran en Consulta a las 48 horas, y la férula y los puntos externos (si los hay) a los 7 días. En general, las pacientes pueden reincorporarse al trabajo a los 7 días.